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miércoles, 30 de noviembre de 2011

Las cinco fases del éxito.

Por Arturo Bonet Canizares


Puede que muchos conozcan a Bill Whittle y su show político unipersonal llamado “Afterburner”. Si no lo conocen, se lo recomiendo por directo y politicamente incorrecto.
Recientemente, en un show dedicado a la Ocupación de Wall Street, recordaba Bill lo que se conoce en sociología como las “Cinco Fases del Exito”, un proceso inevitable para alcanzar los objetivos que se trace un individuo, un colectivo, un movimiento social.
Sobra mencionar de paso, que el fracaso del referido movimiento es inevitable al fallar en la estructuración de practicamente todas las fases que permiten alcanzar el éxito.
Pienso entonces que sería útil para todos los compatriotas y sin extendernos demasiado, conocer, debatir e interiorizar la necesaria estructuración de esas fases, imprescindible para los que tanto dentro como fuera de Cuba nos empeñamos en una obra de reconstrucción nacional y nos preguntamos las mejores maneras de unificar el empeño que ponga fin al totalitarismo y al enmascarado continuismo que hoy intenta vendernos el régimen con el beneplácito evidente de ciertos sectores internos e externos, incluyendo en los últimos a partidos y estados democráticos.

Primera Fase: Imaginación.
Para intentar materializar algo lo primero tiene que ser imaginarlo. Concretar una visión del proyecto, de la acción. Sin esa imaginación habrá siempre gente que mira al desierto y solo ve arena. Otros, los que crean, verán ciudades, sembrados, arboledas y carreteras. Esos serán los únicos capaces de lograrlo.
Segunda Fase: Ambición.
Para algunos la ambición de lograr algo les parece negativa, inapropiada. Nada mas alejado de la verdad y a ese cliché se opone lo que en inglés se conoce como “entitlement” y traducimos al castellano parcamente como “derecho”. Pero nada tiene que ver con los derechos universales e inalienables del ser humano, sino al sentirse con derecho a lo que no se ha ganado. Sin la ambición por lograr una obra y sintiendose con derecho a lo que otro ha obtenido, nada será alcanzado.
Tercera Fase: Habilidad.
La habilidad necesaria para lograr un objetivo va mas allá del conocimiento. Tiene que ver con la capacidad del individuo o del grupo para materializar una acción. La sociedad actual está ahíta de “conocimiento inútil” y trivialidad que no contribuyen a habilidad alguna.
Cuarta Fase: Etica de Trabajo.
Esta fase no necesita mucha argumentación para comprenderla. Sin una ética de trabajo y respeto total por el mismo y por los demás no habrá producto, ni forma de unir el esfuerzo común.
Quinta Fase: Perseverancia.
Un viejo adagio nos dice “El que persevera triunfa”. Y no es gratuito. Podemos cumplir todos los requisitos anteriores, pero nada se obtiene sin reveses, sin fallos, sin retrocesos y contra esos obstáculos solo la perseverancia triunfa, la voluntad fuerte y dirigida a la conclusión de la obra.

Podemos entonces preguntarnos como nos vemos preparados como nación para la obra de la reconstrucción nacional. ¿Somos capaces de imaginar en común y concurrir en la nación que queremos? ¿Tenemos la suficiente ambición para lograrlo o sentimos que alguien debe hacerlo por nosotros y tenemos derecho a disfrutarlo? ¿Somos lo suficientemenet hábiles, éticos y perseverantes para ese esfuerzo?
Estas no son preguntas retóricas. Y las respuestas serán capaces de ofrecernos un escenario muy próximo a la realidad nacional y a proyectarnos a la que debe ser.

Arturo Bonet Cañizares.